¿Es hora de coger bien el lápiz?

 

 

Podemos definir la escritura como la representación del lenguaje a través de signos (las letras), que hacemos con nuestra mano y un objeto (lápiz o bolígrafo), siendo un medio de comunicación y expresión. Tras esta definición se comprende fácilmente que se trata de una tarea compleja que requiere la interacción de destrezas sensitivo-motoras, perceptivas y cognitivas para su correcto desarrollo.

Tras revisar los posibles déficits que pueden dificultar una correcta escritura, en este post nos vamos a centrar en los requisitos básicos a nivel sensorio-motriz para el agarre correcto del lápiz.

¿Qué puede interferir en el desarrollo de un adecuado agarre del lápiz?

Los niños con trastornos del desarrollo que acuden a nuestro servicio, suelen presentar déficits en diversas áreas, que provocan dificultades para realizar una escritura correcta. Los déficits que afectan al acto de coger el lápiz y escribir son los siguientes:

  • Déficits en las destrezas motoras (tono muscular alterado, hipotonía o hipertonía, precario control postural, pobres habilidades intramano y/o mala planificación motora)
  • Déficits en las destrezas sensitivas (alteración propioceptiva, conciencia alterada del movimiento y de la postura)
  • Déficits perceptivos (incorrecta percepción visual y pobre control visuomotor)
  • Déficits cognitivos (memoria motriz alterada, análisis y planificación espacial incorrectos)

Requisitos para poder agarrar el lápiz de forma correcta

  • Poseer un buen control cefálico y de tronco
  • Mantener una postura correcta en sedestación ( sentado) . Pies apoyados en el suelo, con las articulaciones de los miembros inferiores a 90º (tobillos, rodillas y cadera)
  • Tono postural adecuado
  • Estabilidad en las articulaciones proximales (hombro y codo) para conseguir una adecuada movilidad de muñeca y dedos
  • Fuerza en el miembro superior (brazo), en especial en la musculatura intrínseca de la mano, que será la encargada de realizar los agarres y las pinzas
  • Poder mantener la muñeca en extensión cuando utilizamos los dedos de manera independiente
  • Tener un buen control visuo-motor. Nos referimos a la habilidad para coordinar la información visual que tomamos del medio, con la respuesta motora que realiza nuestra mano
  • Coordinación bimanual. Es decir, que cada mano pueda realizar actividades independientes
  • Control y coordinación de brazo, antebrazo, muñeca y dedos. Poder realizar movimientos coordinados de todo el miembro superior
  • Conciencia kinestésica y corporal. Es decir, ser consciente de la información que recibimos desde nuestros receptores sensoriales y que nos proporciona información sobre cómo esta posicionado nuestro brazo, sobre la fuerza que tenemos que ejercer cuando cogemos un objeto y sobre la dirección y velocidad de nuestros movimientos
  • Desarrollo normal de todas las habilidades manipulativas previas, como por ejemplo: usar el pulgar con independencia de los otros dedos, separar motrizmente ambos lados de la mano, poder desplazar objetos desde la palma hasta la punta de los dedos y viceversa

¿Cuál es el desarrollo normal a nivel motriz?

  • 18 – 24 meses: puede coger el lápiz con toda la mano e iniciar la realización de garabatos. Imita línea vertical y horizontal. Esta etapa sería de Pre-escritura.

pre-escritura

 

  • 36 meses: tiene más preferencia por el uso de una mano y comienza a coger el lápiz con los dedos y el puño cerrado. Imita línea vertical, horizontal y círculo.
  • 48 meses: coge el lápiz sujetándolo con el pulgar y con su dedo índice. Realiza cruces, diagonales, cuadrado e inicia copia de algunas letras e incluso de su nombre.

lápiz sujetándolo con el pulgar y con su dedo índice

 

  • Y a partir de los 5 y 6 años es cuando coge el lápiz con el dedo pulgar, índice y corazón, realizando lo que se llama pinza trípode dinámica (agarre de adulto).

pinza trípode dinámica

 

Durante la escritura, la forma más habitual para sujetar el lápiz o el bolígrafo es la pinza trípode dinámica, pero existen también otro tipo de pinzas que son igual de funcionales. Desde aquí recomendamos que si la pinza es funcional, es decir, que si el niño escribe con una escritura legible y a una buena velocidad, la pinza que este usando será la adecuada.

Cabe reseñar, que no debemos alarmarnos si los niños menores de 6 años aún no tienen un buen agarre del lápiz, porque la realidad es que, hasta los 6 años, el sistema nervioso y neuromuscular del niño no está preparado para realizar este tipo de pinza compleja.

Para finalizar, es importante dar a conocer que existen numerosas ayudas en el mercado que nos van a facilitar el agarre del lápiz cuando existen déficits a nivel motor, por ejemplo los diferentes modelos del Grip. Estas ayudas deben ser analizadas, valoradas y entrenadas por el Terapeuta Ocupacional. De esta manera, nos aseguraremos de que sean las adecuadas para nuestro familiar.

En próximos post, os mostraremos algunos de los productos de apoyo que se pueden utilizar para la escritura, así como recomendaciones para conseguir un mejor agarre del lápiz.

Para más información, no dudéis en contactar con nuestros centros de tratamiento para una atención personalizada.
Bibliografía:

  • Occupational Therapy for children. 4º Edition. Case Smith. J.Mosby. 2001
  • Sensory Integration and learning disorders. Ayres. A.J. 1977
  • www.garatu.info
  • topneruo.blosgpot.com
  • Terapia ocupacional en pediatria. Shelley Mulligan. Panamericana
CompÁrtelo:
Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Quizás te interese TAMBIÉN