COMA y estado de mínima conciencia

¿Qué podemos hacer por ti?

En IRENEA somos un referente nacional e internacional en el tratamiento y rehabilitación del daño cerebral más grave y tenemos la única Unidad de COMA y Estados Alterados de la Consciencia de España, donde el paciente dispone siempre de un plan personalizado en función de su estado y de sus necesidades. Para ello, se le realiza un diagnóstico preciso, un pronóstico evolutivo y un tratamiento especializado, en el que utilizamos las últimas técnicas y fármacos probados.

Además, contamos con una línea de investigación abierta cuyo objetivo es conocer mejor los cambios neurales que ocurren desde el estado de coma a la recuperación de la conciencia. Y, gracias a la gran cantidad de estudios de alto impacto que hemos realizado sobre esta temática, a nuestro trabajo como ponentes en Congresos y Eventos en Sociedades Científicas de Neurociencia españolas, europeas e internacionales, y a ser coordinadores de uno de los proyectos europeos más emblemáticos sobre daño cerebral grave, que desarrollamos junto a once entidades de reconocido prestigio en esta población, somos un referente internacional en las áreas de investigación y tratamiento de lesiones cerebrales graves y muy graves.

Nuestro modelo asistencial para este tipo de pacientes ha sido recientemente consensuado con la Federación Española de Daño Cerebral (FEDACE). Esta colaboración se ha materializado en la primera guía publicada en nuestro país sobre el Síndrome de Vigilia sin Respuesta y Estado de Mínima Conciencia. En este documento se concreta el conocimiento actualizado sobre el diagnóstico, la valoración y el tratamiento de los pacientes con bajo nivel de conciencia y se expone de forma práctica la experiencia de los distintos profesionales que integran nuestro Instituto de Rehabilitación Neurológica.

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    ¿Cómo tratamos el daño cerebral grave en IRENEA?

    En IRENEA somos especialistas en la valoración y tratamiento de personas con estados alterados de conciencia (Coma, Estado Vegetativo o Síndrome de Vigilia sin Respuesta y Estado de Mínima Conciencia) y contamos con una Unidad de Estados Alterados de la Conciencia, única en España.

    Para toda nuestra red de centros, hemos desarrollado un programa específico de intervención terapéutica para pacientes con bajo nivel de conciencia, que incluye: una valoración clínica y neurológica, un tratamiento farmacológico específico con evidencia de activación central, estimulación multisensorial y basal, fisioterapia y medidas posturales y estimulación de la musculatura orofacial, entre otras.

    Todo ello, se concreta en las siguientes modalidades de tratamientos que ofrecemos:

    ¿Cómo tratamos el daño cerebral grave en IRENEA?

    En IRENEA somos especialistas en la valoración y tratamiento de personas que han sufrido un deprivación total (anoxia) o parcial (hipoxia) del aporte de oxígeno al cerebro.

    Todo ello, se concreta en las siguientes modalidades de tratamiento que ofrecemos:

    Ingreso hospitalario

    Sufrir una lesión cerebral grave supone una situación crítica para la vida de quien lo padece. La atención urgente y la posterior estabilización clínica van a ser vitales para el paciente.

    Durante un tiempo que variará en función de la gravedad de la lesión y las complicaciones secundarias, la persona afectada por este tipo de lesión cerebral requerirá permanecer ingresada en un centro hospitalario de agudos para lograr la estabilidad clínica. Posteriormente, en las fases subagudas y crónicas puede necesitar de centros hospitalarios de otro perfil para pacientes estabilizados hemodinámicamente pero con necesidades hospitalarias de tratamiento neurorrehabilitador.

    Los pacientes en estado alterado de la conciencia que se beneficiarán de esta modalidad de tratamiento serán pacientes relativamente agudos que han alcanzado la estabilidad clínica pero todavía precisan de cuidados médicos o bien pacientes grandes dependientes que necesitan adaptación del entorno y preparación y aprendizaje de los familiares para ocuparse de ellos.

    Unidad de COMA y Estados Alterados de Consciencia

    En IRENEA contamos con una Unidad de COMA y Estados Alterados de la Consciencia (Coma, Síndrome de Vigilia sin Respuesta / Estado Vegetativo, Estado de Mínima Conciencia, Locked in/Síndrome de cautiverio) donde el paciente dispone siempre de un plan de tratamiento personalizado en función de su estado y de sus necesidades.

    Esta Unidad, única en el territorio español, realiza un diagnóstico preciso, un pronóstico evolutivo y un tratamiento especializado con el uso de las últimas técnicas y de fármacos con probada evidencia para estos pacientes.

    Además, dado que estos pacientes se consideran de alta especialización, disponemos de programas específicos que se realizan en cualquiera de nuestra red de centros, con plazas para ingreso hospitalario y con recursos propios como: quirófanos, urgencias, laboratorio, servicios de diagnóstico, especialidades médicas, etc.

    Modalidad Ambulatoria

    La fase ambulatoria supone una continuación y una fase fundamental del proceso neurorrehabilitador. Esto es así ya que el domicilio del paciente es la residencia natural y definitiva del mismo. 

    En IRENEA esta fase se va planificando y preparando con antelación al alta del ingreso hospitalario, si el paciente se encuentra hospitalizado en nuestras instalaciones.

    Si el paciente ha estado ingresado en otro hospital y precisa rehabilitación ambulatoria en nuestra red de centros, lo primero que desarrollamos es una valoración médica precisa, que nos permita crear de manera multidisciplinar el plan de tratamiento que va a necesitar para alcanzar la máxima autonomía posible.

    Planes intensivos

    Planes intensivos para adultos en Estado Alterado de la Conciencia

    En IRENEA disponemos de una serie de Planes Intensivos y Programas Específicos para población adulta con los que ajustamos el plan de rehabilitación para cada caso clínico, teniendo en cuenta qué se va a aportar con este tratamiento, cómo y durante cuánto tiempo, a través de planes intensivos y específicos que duran de 2 a 8 semanas.

    Los planes intensivos específicos de los que disponemos para adultos tienen como objetivo mejorar el nivel de conciencia, mejorando para ello la interacción con el entorno y la cantidad y calidad de las respuestas. Son dos:

    Plan Intensivo de Estimulación Transauricular del Nervio Vago (taNVS) en pacientes en Estado Alterado de la Conciencia

    Programa intensivo destinado a optimizar la posibilidad de mejorar el nivel de conciencia y las respuestas de interacción del paciente con el entorno a través de la estimulación del nervio vago

    Plan Intensivo de Estimulación Eléctrica Transcraneal en Estados Alterados de la Conciencia 

    Programa intensivo destinado a mejorar el nivel de conciencia, logrando mayor interacción con el entorno con la aplicación de técnicas de estimulación cerebral no invasiva

    Programas Específicos para niños, niñas y adolescentes

    En cada momento del desarrollo del niño hay aspectos que son más sensibles a mejorar que otros y, por lo tanto, sabemos que son más prioritarios a ser tratados. Por ello, en IRENEA disponemos de programas específicos de tratamiento centrados en el tratamiento individualizado del menor unificando todos los recursos, equipo profesional y herramientas de trabajo, para alcanzar un mismo objetivo y lograrlo en el menor tiempo posible.

    Los programas específicos que tenemos en IRENEA para niños, niñas y adolescentes que han sufrido un daño cerebral grave es nuestro:

    El objetivo de este programa es realizar un abordaje global durante 12 semanas a pacientes con alteración del nivel de conciencia que permita mejorar la conciencia del niño y su nivel de respuestas hacia el entorno

    Causas y consecuencias

    Para saber más sobre COMA y Estados Alterados de Consciencia, los profesionales especializados de IRENEA te hemos resumido la siguiente información:

    COMA y otros estados alterados de consciencia

    Tras una enfermedad causante de daño cerebral adquirido, ya sea ictus, traumatismo craneoencefálico, anoxia, tumor cerebral o una infección, pueden existir diferentes cuadros clínicos que provocan una alteración del nivel o del contenido de la conciencia.

    COMA

    Hablamos de “coma” cuando existe una situación neurológica en la que la persona no presenta respuesta a estímulos externos o ambientales ni responde a estímulos internos. A nivel médico, la persona puede necesitar ayuda para mantener sus constantes vitales (respiración, función cardiaca y circulatoria y control de la temperatura corporal), como respiradores o ventilación mecánica.

    Tras el coma, puede existir un periodo denominado “estado de vigilia sin respuesta”, antiguamente denominado “estado vegetativo”, en el que puede determinarse la presencia de un ritmo de sueño-vigilia, pero en donde no existen respuestas de interacción con el entorno.

    Estado vegetativo o síndrome de vigilia sin respuesta

    El Estado Vegetativo o Síndrome de Vigilia sin Respuesta hace referencia a un estado de vigilia (despierto), en ausencia de respuesta hacia uno mismo o el entorno, en el que solo se observan respuestas motoras reflejas, sin interacción voluntaria hacia el medio que nos rodea.

    En el Estado Vegetativo las funciones autonómicas como la respiración, el ritmo cardiaco o la regulación de la temperatura están conservadas. Puede ser diagnosticado pronto después de un daño cerebral y puede ser parcial o totalmente reversible, mantenerse en el tiempo, progresar hacia un estado de estado de mínima conciencia o bien hacia la muerte del paciente.

    En este estado, la persona mantiene sus funciones vitales conservadas (respiración, ritmo cardiaco y regulación de la temperatura), y puede presentar un tipo de respuesta motora apreciable a nivel axial o apendicular (movimientos del tronco, de alguna extremidad o todo el cuerpo), aunque no presenta intencionalidad y es refleja. Algunas respuestas que podemos observar, son:

    • Un tipo de respuesta motora apreciable a nivel axial o apendicular (movimientos del tronco, de alguna extremidad o todo el cuerpo), no presenta intencionalidad y es refleja. 
    • A nivel visual puede aparecer parpadeo, pero no hay fijación ni seguimiento visual. 
    • A nivel comunicativo, el paciente puede presentar movimientos orofaciales, pero es incapaz de articular palabras, no comprende ni ejecuta órdenes, y no aparecen respuestas emocionales sobre sí mismo o sobre el entorno (el llanto suele ser habitual en estos pacientes, pero no como una respuesta intencionada).

    Por otro lado, entre los principales criterios clínicos que lo caracterizan están:

    • La persona no muestra signo alguno de conciencia de sí mismo o de su entorno
    • Tiene preservado el ritmo vigilia-sueño, es decir, alterna períodos en los que está “despierto” con períodos de “sueño”, aunque no necesariamente están ordenados en el día
    • Tiene los ojos abiertos espontáneamente o los abre al estimularle
    • Existe falta de evidencia de respuesta continuada, reproducible, intencionada o voluntaria ante estímulos visual, auditivo, táctil o nociceptivo (dolor), es decir, no responde de forma coherente y repetitiva ante determinadas imágenes o sonidos, o bien ante estímulos sensoriales o ante el dolor
    • No responde a ninguna orden, no vocaliza ni emite palabras reconocibles
    • No demuestra movimiento intencionado (puede mostrar movimientos reflejos como retirada flexora al dolor o sonrisa involuntaria)
    • Puede presentar de forma ocasional, llanto, sonrisa o puede fruncir el ceño pero estas respuestas no se relacionan de forma consistente con la presentación de un estímulo
    • Comienzan a aparecer respuestas automáticas ante determinados estímulos como por ejemplo ante estímulos dolorosos, ante los que pueden presentar respuestas como retirada, mímica o gestos de desagrado como fruncir el ceño
    • Ante estímulos auditivos (un ruido fuerte, la voz…) comienza una breve orientación hacia ellos
    • Breve fijación ante estímulos visuales
    • La función cardiorrespiratoria y el control de la tensión arterial suelen estar preservados
    • La persona presenta una doble incontinencia (vesical e intestinal)

    Estado de mínima conciencia

    El Estado de Mínima Conciencia (EMC) es un paso más en la recuperación de la conciencia. Decimos que una persona se encuentra en EMC cuando sus respuestas, tanto sensoriales como emocionales, comienzan a ser apropiadas a los diferentes estímulos externos o ambientales, mostrando evidencia de conciencia, de uno mismo o del entorno. Estos pacientes ya son capaces de realizar fijación y seguimiento visual, retirada ante estimulación dolorosa, e incluso localización de la misma, focalizan los estímulos auditivos, dirigiéndose hacia ellos, e incluso inician respuestas ante órdenes sencillas verbales o contextualizadas, y realizan movimientos automatizados del tipo de rascado o prensión de objetos.

    Recientemente, entre los pacientes en EMC se han distinguido dos entidades clínicas diferenciadas en función de la presencia o ausencia de un canal comunicativo. Los pacientes en EMC+ pueden presentar comprensión de órdenes simples y/o verbalización inteligible y/o comunicación intencional no funcional, frente a aquellos en EMC- en los que estos signos están ausentes. En la actualidad se han definido trayectorias clínicas diferenciadas, así como diferencias en la respuesta a distintos tratamientos entre estos grupos de pacientes, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico adecuado del estado neurológico y de conciencia en el que la persona se encuentra.

    Síndrome de cautiverio

    Actualmente, el síndrome de cautiverio se define como un síndrome que cursa con nivel de conciencia preservado, presencia de movimientos oculares verticales, preservación de las funciones cognitivas superiores, anartria o hipofonía severa, tetraplejía o tetraparesia y existencia de intención de comunicación alternativa. Según la gravedad de la afectación motora se divide en tres grados: clásico, incompleto y total. Y, de acuerdo con la evolución, puede clasificarse como transitorio o crónico.

    Las lesiones que lo producen son lesiones frecuentemente bilaterales en la porción ventral de la protuberancia, en el tronco cerebral, dejando intactas las vías que controlan el parpadeo, los movimientos oculares espontáneos y el nivel de alerta. Mientras que la causa más frecuente suele ser la de origen vascular, concretamente la oclusión de la arteria basilar que causa un accidente cerebrovascular de origen isquémico. Aunque, también lo pueden producir otras condiciones como lesiones traumáticas del tronco cerebral, tumores o encefalitis, entre otras.

    Respecto a las secuelas, al no existir afectación cortical ni del tálamo, las funciones cognitivas superiores no se encuentran afectadas y los déficits que se producen son de predominio motor.

    Estados alterados de consciencia en niños, niñas y adolescentes

    En IRENEA somos pioneros en el estudio de recuperación de la conciencia en menores. Los pacientes niños y adolescentes que empiezan nuestro plan de tratamiento en la Unidad de Estados Alterados de la Conciencia son valorados al ingreso para recibir un diagnóstico preciso del nivel de la conciencia, a partir de las respuestas que presentan. Después, y en base a este diagnóstico, se establece un plan terapéutico y un posible pronóstico.

    Tras observar el niño, niña o adolescente y, una vez valorado desde todas las áreas, se decide el protocolo de actuación, junto con la familia. Y, una vez llegado a este momento es cuando los profesionales de IRENEA implementamos en todas las áreas de trabajo, todas las herramientas de las que disponemos, tanto las convencionales como las más innovadoras. Esta intervención no solo se realiza con el paciente, sino en todo su entorno familiar.

    Gracias a una de nuestras las últimas investigaciones que hemos realizado a niños, niñas y adolescentes con estados alterados de la consciencia ingresados en nuestro instituto de rehabilitación neurológica, sabemos que más de la mitad de ellos lograron superar este estado. Esta recuperación normalmente se produjo del tercer al sexto mes después de la lesión, y los principales signos clínicos que mostraron objetivamente el cambio de estado fueron el uso funcional de objetos y la comunicación funcional.

    Nuestros profesionales

    IRENEA cuenta con caso 200 profesionales altamente especializados en rehabilitación neurológica y en constante formación.

    Son muchos los profesionales que se necesitan para la adecuada recuperación de las personas que sufren anoxia y no hay existe un único profesional que pueda poseer los conocimientos ni las habilidades necesarias para hacer frente a la variedad de problemas que suelen acompañar a este tipo de lesiones.

    Por eso en todos los centros de nuestra amplia red, contarás con expertos en:

    • Neurología
    • Medicina física y rehabilitación
    • Medicina General
    • Neuropsicología y psicología Clínica
    • Fisioterapia
    • Terapia Ocupacional
    • Logopedia
    • Trabajo Social
    • Nutrición
    • Pediatría y neuropediatría
    • Especialidades médicas relacionadas (Otorrinolaringología, Urología, Neurocirugía, Psiquiatría, Cirugía general, etc.)
    • Ortoprotesis