CIMT: el guante que mejora la movilidad del brazo

Muchas veces nos preguntamos por qué nuestros pacientes o familiares, tras sufrir daño cerebral, no usan su brazo en actividades del día a día, aun cuando la movilidad del mismo se ha recuperado por completo.

La representación en el cerebro de cada parte del cuerpo de un adulto depende de la cantidad de uso de esa parte. A mayor uso, mayor representación. Por ejemplo, la representación de los dedos de la mano izquierda de un pianista es mucho mayor que en cualquier persona, ya que están pidiendo una destreza adicional a esa mano.

Tras un daño cerebral existe una marcada reducción del tamaño de la representación cerebral del brazo. Los intentos por moverlo resultan difíciles, fallidos y dolorosos; causando que la persona que ha sufrido el daño cerebral busque estrategias compensatorias. Estas estrategias se convertirán en hábitos, disminuyendo el uso del brazo afecto, por lo que su representación cerebral disminuirá y su movimiento resultará más costoso. En poco tiempo aprenderá un no uso a no hacer uso del brazo afecto, si éste no sigue un proceso de neurorehabilitación.

Sin embargo, si restringimos el uso del brazo sano, es posible superar “el aprendizaje del no uso”. El cambio en la motivación y la necesidad permite superarlo y fomenta el uso del brazo afecto. Esta restricción debe ser mantenida en el tiempo para que el uso del brazo provoque una reorganización cortical, aumente la representación cerebral del mismo y por tanto el movimiento sea más fácil, se afiance y se transfiera a situaciones cotidianas.

No uso aprendido tras una lesión cerebral

TERAPIA POR RESTRICCIÓN DE MOVIMIENTO DEL LADO SANO

Constraint-Induced Movement Therapy (CIMT) un terapia diseñada por el Dr. E. Taub y está basada en la restricción del movimiento del lado sano para superar el «no-uso aprendido» del brazo afecto tras una lesión. Su objetivo es conseguir una mayor y mejor integración del brazo afecto en las actividades de la vida diaria. Es decir, que usen más el brazo en cualquier actividad y que mejore la calidad de esos movimientos. Esta terapia implica:

  • Uso repetitivo e intensivo del brazo afecto. Se propone un entrenamiento intensivo durante 2-3 semanas durante las cuales se restringirá el uso del brazo sano colocándole un guante diseñado con tal fin. El entrenamiento en el entorno terapéutico durará entre 4 y 6 horas al día durante las cuales se lleva a cabo una serie de tareas distribuidas en distintas series. Resulta esencial una adecuada selección de tareas que deben ser: a) tareas funcionales, dirigidas a un objetivo específico; b) significativas para el paciente; c) adecuadas a sus capacidades motoras y d) cuya dificultad sea siempre ligeramente superior a lo que el paciente puede hacer fácilmente, de manera que suponga un pequeño «reto», resulte motivante y no provoque frustración.
  • Técnicas de transferencia a la vida diaria. Uno de los principales objetivos de este tratamiento es el traslado de los logros conseguidos en el entorno terapéutico a las actividades de la vida diaria. Además de las tareas que se realizan en el gimnasio, se les asignan una serie de tareas para casa y se les pide que realicen sus actividades cotidianas (alimentación, vestido, etc) con la restricción del brazo sano (con el guante colocado). Por ello es importante lograr la colaboración de los cuidadores/familiares, ya que en el caso de las tareas bimanuales, el cuidador debe hacer de “segunda mano” para el paciente. Antes de comenzar el tratamiento se acuerda con el paciente y el familiar qué actividades se harán con el brazo afecto, cuáles con los dos brazos y cuáles con el brazo sano (principalmente aquéllas en las que se ponga en peligro al paciente o las que impliquen agua).
  • Fomentar el uso del brazo afecto. La técnica propone que los pacientes lleven puesto el guante en la mano sana durante el 90% de las horas que estén despiertos. Es muy importante la motivación y la colaboración tanto de él como la de sus familiares, ya que el paciente deberá llevar puesto el guante incluso cuando no resulte fácil realizar actividades que se ha acostumbrado a hacer con el brazo sano. Por eso debemos siempre animarlo y hacerle ver las pequeñas mejoras que vaya consiguiendo, así como sugerirle alternativas ante las dificultades que pudieran surgir.
CIMT
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